Llenar mis manos con tu rostro
y como todas las veces,
ponerme a contar tus pestañas inmensas,
querer ser diminuta para dormir en ellas.
Observar tus ojos
que están llenos de magia,
que con cada mirada
endulzan la vida.
Quedarme tan quieta
entre tus brazos,
para que mis oídos se encanten
con el ritmo de tu corazón.
Encontrar la paz que me falta
al estar en tu pecho amplio,
sentirme protegida
con esas alas tuyas que no puedes ver.
Y flotar entre nubes
con las manos unidas,
agradeciendo al destino
por traerte hasta mi.
Decirte mis secretos,
contarte mis días,
restar las tristezas
para sumar tus sonrisas.
Murmurar que "Te amo"
y decirte que me haces feliz,
porque cada momento
que paso a tu lado
se vuelve infinito para mi.
Daniela Alejandra González Caicedo
sábado, 31 de mayo de 2014
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