martes, 13 de octubre de 2015

Días largos

Los días se hicieron tan largos
que el reloj de arena
parecia tener todas las playas
corriendo dentro de el.

Las horas transcurrían
lentas y sonoras,
pero sin sabor
sin la dulzura del recuerdo.

Entonces comprendí
que hay cosas
que se deben beber con calma
como el café de besos.

Para mi lo más complicado
eran esas lluvias infinitas
cuando caían estrellas
y pedazos de cielo sobre mi.

Cuando me faltaban
los nudos en la garganta,
porque el tiempo sobraba
para guardarse las palabras...

Me di cuenta
que a veces no falta papel,
sino imaginación
y piel para escribir suspiros.

Lo mas triste
de esos días largos
era su ausencia...
Eran mis brazos
enfermos de soledad.

Tal vez eran lentos
porque el reloj de su corazón
no me daba la hora
y olvidaba que sin él
la vida seguia pasando.

Entendí entonces
que hay personas
a las que extrañas
cuando pronuncias "Adiós"

Y hay otras
que llevas incrustadas
en el pecho
a pesar de la distancia


Daniela Alejandra González Caicedo

viernes, 9 de octubre de 2015

He decidido

He decidido navegar por el mundo a tu lado
Te tiendo mi mano vacía para que la llenes con la tuya
¿Quieres compartir el resto de tu vida conmigo?
¿Quieres sonreír para mí cada vez que despierte?

Quiero vivir a tu lado millones de momentos,
Experimentar la felicidad y la amarga tristeza.
Quiero endulzarte con mis poemas
Y que tú, con tu mirada, me endulces los días.

¿Es mucho pedirte?

Yo sé que soñar contigo a veces parece utopía,
Pero quiero que me des tus ilusiones para cuidarlas,
Saber qué piensas, deseas y odias.
Quiero ser guardiana de todo lo que sientes.

¿Quieres descubrir a mi lado paraísos y desiertos?
Mira que explorar acompañado es más divertido,
Nos robaremos las risas en cada fotografía,
Escribiremos historias todos los días.

Qué bello es hacer planes a futuro sin sentirnos obligados,
Decidir caminar juntos por caminos paralelos,
Apoyarnos y levantarnos cuando sea necesario
Y mirarnos a los ojos cada vez que decimos “Te amo”


Daniela Alejandra González Caicedo

jueves, 1 de octubre de 2015

Obiris

Bajo la leve luz de la luna…
Espero con ansias su regreso…
Espero la carcelera del odio disyunta…
Que traiga aires de libertad a este preso…

Esclavo de sus ojos…
Reo de sus sonrisas…
Recluso de su ser…
Prisionero de su tenue voz…

El fuego… su esencia…
La luna… su razón…
No puedo abstenerme a su angelical presencia…
Sus recuerdos divagan en mi mente… una cadencia

Oh dulce adagio…
Fluye a través de mi piel…
Haz de mi corazón tuyo también…
Procede y la vida será más dulce… tal vez como miel…

“No perdáis de vista el horizonte bella Obiris”

Cubre tu manto de luz y de amor…
Sabes el nombre que dice este dolor…
Tómame y el viento hará una canción…
Con el fuego eterno que sellara nuestra unión…

Toma mi sangre… Bébela…
Arde en la llama… pues solo así podrás adorarme
Haz lo que pido… porque esta es la ley
No me creas… experimenta… bebe pues no hay otro medio…

Ah… bajo la luz de la luna…
Os hago una adulación bella Obiris…
Tan delicada como el pétalo de una rosa…
Tan fuerte cuan lucero de diosa…

“Obiris… bendigo el día que nuestros destinos se cruzaron”

Cruzando el camino de la tristeza y la desesperación…
Te veo… mi adagio… mi dulce tentación…
Mí ansiado romance… mi anhelada amada…
Pequeña alma condenada…

¿Tú sabes dónde encontrarme?
Antes de que la luna se desvanezca…
¿Si sabes cómo buscarme?
Antes de que mi fe desaparezca…

Un ramo de rosas… una visión macabra
Un piano en la oscuridad…
Ah… el sonido cotidiano de mi soledad…
El ruido rutinario de mi realidad…

Y tras aquella perdida mirada…
La he de esperar…hasta que el destino lo decida…
Ojala sea pronto… me bruma la melancolía…
Te espero… bella Obiris… amada mía


Azaak Zatania