martes, 13 de octubre de 2015

Días largos

Los días se hicieron tan largos
que el reloj de arena
parecia tener todas las playas
corriendo dentro de el.

Las horas transcurrían
lentas y sonoras,
pero sin sabor
sin la dulzura del recuerdo.

Entonces comprendí
que hay cosas
que se deben beber con calma
como el café de besos.

Para mi lo más complicado
eran esas lluvias infinitas
cuando caían estrellas
y pedazos de cielo sobre mi.

Cuando me faltaban
los nudos en la garganta,
porque el tiempo sobraba
para guardarse las palabras...

Me di cuenta
que a veces no falta papel,
sino imaginación
y piel para escribir suspiros.

Lo mas triste
de esos días largos
era su ausencia...
Eran mis brazos
enfermos de soledad.

Tal vez eran lentos
porque el reloj de su corazón
no me daba la hora
y olvidaba que sin él
la vida seguia pasando.

Entendí entonces
que hay personas
a las que extrañas
cuando pronuncias "Adiós"

Y hay otras
que llevas incrustadas
en el pecho
a pesar de la distancia


Daniela Alejandra González Caicedo

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