Llenar mis manos con tu rostro
y como todas las veces,
ponerme a contar tus pestañas inmensas,
querer ser diminuta para dormir en ellas.
Observar tus ojos
que están llenos de magia,
que con cada mirada
endulzan la vida.
Quedarme tan quieta
entre tus brazos,
para que mis oídos se encanten
con el ritmo de tu corazón.
Encontrar la paz que me falta
al estar en tu pecho amplio,
sentirme protegida
con esas alas tuyas que no puedes ver.
Y flotar entre nubes
con las manos unidas,
agradeciendo al destino
por traerte hasta mi.
Decirte mis secretos,
contarte mis días,
restar las tristezas
para sumar tus sonrisas.
Murmurar que "Te amo"
y decirte que me haces feliz,
porque cada momento
que paso a tu lado
se vuelve infinito para mi.
Daniela Alejandra González Caicedo
sábado, 31 de mayo de 2014
jueves, 22 de mayo de 2014
Volver
Pienso que a veces me ignoras,
que no hay tiempo,
faltan palabras...
Sé que no es el mismo sentimiento,
que tu la amas.
Tal vez no fue justo aparecer ahora.
¿Por qué esperaste tanto?
¿Por qué no diste tú la señal?
Aunque dibujara felicidad
guardaba tu imagen en mi.
Pienso que a veces
te sientes incómodo,
que respondes por decencia.
¿Y si mejor volvemos a lo mismo?
Si fingimos que nos olvidamos,
si guardamos de nuevo nuestros recuerdos.
Mejor anulo mis sueños contigo,
mis noches de espera.
Dejaré de enviarte besos con el viento,
de amarrarle deseos a las nubes,
para que no te lluevan caricias
y no te empapes de mi amor.
¿Por qué sigues allí?
No te puedo sacar de mi cuerpo
aunque tus manos nunca me hayan tocado,
aunque mi cabello no conozca tus besos.
Siempre vuelves y desordenas mi vida,
Me haces desear que todo hubiera sido diferente.
No puedo unir los caminos,
no puedo devolverte lo que sentías.
No quiero llorar,
menos desearte de nuevo.
¿Qué es esto que vuelvo a sentir?
Me haces dudar otra vez.
Imaginaré que corro a tus brazos,
que ya estarán llenos.
Sonreiré a lo lejos para perderme una vez mas.
Para dejarte ser feliz,
para que no vuelvas a estar solo por tanto tiempo.
Al final dirás que estoy joven,
que aún falta mucho.
Pero hoy como hace tantos años
Me ato nuevamente a ti.
Daniela Alejandra González Caicedo
que no hay tiempo,
faltan palabras...
Sé que no es el mismo sentimiento,
que tu la amas.
Tal vez no fue justo aparecer ahora.
¿Por qué esperaste tanto?
¿Por qué no diste tú la señal?
Aunque dibujara felicidad
guardaba tu imagen en mi.
Pienso que a veces
te sientes incómodo,
que respondes por decencia.
¿Y si mejor volvemos a lo mismo?
Si fingimos que nos olvidamos,
si guardamos de nuevo nuestros recuerdos.
Mejor anulo mis sueños contigo,
mis noches de espera.
Dejaré de enviarte besos con el viento,
de amarrarle deseos a las nubes,
para que no te lluevan caricias
y no te empapes de mi amor.
¿Por qué sigues allí?
No te puedo sacar de mi cuerpo
aunque tus manos nunca me hayan tocado,
aunque mi cabello no conozca tus besos.
Siempre vuelves y desordenas mi vida,
Me haces desear que todo hubiera sido diferente.
No puedo unir los caminos,
no puedo devolverte lo que sentías.
No quiero llorar,
menos desearte de nuevo.
¿Qué es esto que vuelvo a sentir?
Me haces dudar otra vez.
Imaginaré que corro a tus brazos,
que ya estarán llenos.
Sonreiré a lo lejos para perderme una vez mas.
Para dejarte ser feliz,
para que no vuelvas a estar solo por tanto tiempo.
Al final dirás que estoy joven,
que aún falta mucho.
Pero hoy como hace tantos años
Me ato nuevamente a ti.
Daniela Alejandra González Caicedo
jueves, 15 de mayo de 2014
Amor
Déjame sonreírte, amor,
mientras muevo mis recuerdos,
mientras corro de lado a lado
organizando versos.
Pensar que aún te quiero,
porque como dijiste la última vez:
"Yo siempre te querré,
por que el amor cuando es verdadero
nunca muere"
Porque canto con tu voz olvidada
las canciones que me regalaste,
las envolví en suspiros
para guardarlas en mi corazón.
Déjame serte sincera, amor,
que aunque me he callado por años,
siempre he tenido tu nombre
en el borde de mis labios.
Te esperé tarde en la noche,
pensé que llegarías con la aurora
para rozar mis mejillas contra tu pecho,
para sentir tu piel en mi boca,
para recibir los besos escritos.
Amor, déjame volver,
aunque tal vez nunca me haya ido.
Daniela Alejandra González Caicedo
Daniela Alejandra González Caicedo
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