Esperaba encerrada entre varias paredes de metal, o algo similar, como una jaula que me mantenía cautiva, la vida se me había convertido en eso, en ver la gente pasar de un lado al otro de la acera, los buses, taxis y demás autos desfilaban y yo seguía allí esperando ¿Tal vez? Nadie sabía que no moría de frio, sino de tristeza. El vidrio de alguna ventana empezaba a empañarse mientras mi corazón se arrugaba bajo las mil y una lágrimas que habían perdido su rumbo más abajo de mi cuello. Yo no hacía nada… Tan solo esperaba, ¿a quién? Yo misma me preguntaba con esas dos particulares palabras. Mis dedos lucían blancos y sin fuerzas, empezaban a congelarse. Mientras el tiempo corría en círculos dentro del reloj que llevaba en mi muñeca, leía algo de Nietzsche “¿Tengo todavía oídos? ¿Seré yo todo oídos, nada más que oídos? Heme aquí en medio del incendio de las olas que se quiebran en blancas llamas y vienen a besarme los pies”. Y entonces pensaba, mar en la playa verde de García Márquez, donde el frio se deslizaba en la brisa de la tarde golpeando mi rostro sin ninguna precaución… Donde tan solo existía el sonido de pitos, motores y hasta de pronto risas de algunos niños, o simplemente mis oídos escuchaban la voz de mi conciencia o quizás como en otras ocasiones perturbaba mentes ajenas, robando sueños, palabras sin sentidos o sentimientos que llenaban de algo mi alma. De pronto unos labios murmuraron mi nombre “Daniela”, unos labios… unos labios que esperaba, de un cuerpo que anhelaba, unos brazos se acercaban, unos brazos en los que soñaba perderme, morir… un pecho donde palpitaba un corazón, ¿a caso era él a quien esperaba? No solo a quien esperaba, tan solo a quien amaba. Ya no moría, ni de frio, ni de tristeza, vivía desde el momento que vi esos ojos, desde el momento que una sonrisa tímida se desprendió de su rostro, tomó alas de mariposa y adornó el cielo de mi vida.
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2 comentarios:
Mmmm creo que las palabras han dejado de fluir; han dejado de salir desde hace mucho, no puedo siquiera escribir algo para mi... He dejado de ser yo, para convertirme en alguien igual a los demás; me he convertido en lo que por siempre odie... Lo lamento infinitamente... pero te agradezco; te agradezco por estar ahí siempre, cuando todos me han dado la espalda... gracias
Nada mas grato que un anhelo una caricia un beso... una palabra de aliento que te diga te quiero... pero si realmente quieres llenar de vida tu corazón, tan solo busca una blanca sonrisa en el rostro del amor...
Jejejeje salio así improvisado y pensando un poco en tu texto XD..
PD: este pensamiento SE VA A MI BLOGGGGGGGGGG xd
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