martes, 13 de julio de 2010

Que poder desearias tener?

Es normal que en un salón de clases se realicen preguntas, y cuando esas preguntas te hacen ir mas allá de la imaginación te das cuenta que existe una realidad poco o muy posible de cambiar.

Todo comenzó en clase de Lengua Castellana, cuando la maestra se encontraba hablando sobre los cuentos y la fantasía que puede recrearse en una historia, surgió entonces una dinámica, un estilo de foro, La pregunta era:

-Si pudieras tener cualquier súper poder ¿cuál te gustaría tener?-

De pronto todas mis compañeras empezaron a pensar, imaginaban posibilidades, ventajas y consecuencias, algunas inventaban poderes extraños e inimaginables para ser mas originales que otras tantas, cada una tenia ya el suyo, por una y única razón, o bueno mas de una. En eso una de mis compañeras, Lucia, levantó su mano para disponer por algunos segundos de la palabra y dijo:

-Quisiera Volar, me sentiría libre, compartiría con las aves. Sentiría cada una de las nubes y tal vez descubriría uno que otro secreto del hermoso cielo azul.

-Yo desearía ¡ser invisible!, así me desaparecería cada vez que tengo un problema o simplemente arreglaría aquellos daños que he hecho sin que nadie se diera cuenta, aunque también espiaría…- Dijo Carolina vacilando

-Tengo uno mejor- Expresó Mary- ¡Adivinar el futuro!, si, de esta manera sabrías que va a suceder para estar siempre preparado.

Y así cada una dijo un poder uno diferente a todos los anteriores, de pronto, solo faltábamos María Victoria y yo, era mi turno para hablar y solo salió de mi boca:

-Leer las mentes- Como dentro se un susurro, con algo de suspiro, como sin pensarlo o como silo hubiese pensado mucho. Como aún imaginándome que haría y como controlaría cada secreto que en un momento u otro conocería.

María Victoria, algo consternada y a la vez realmente centrada rió y dijo -¡Seria una locura!, Danny, eso no es bueno, te enterarías de muchas cosas que es mejor que solo queden en las mentes de dichas personas.

-¿Qué poder desearías tú? Si sabes que piensa una persona no cometes errores y no tienes que devolver el tiempo, ni hacerte invisible para remediarlas.-Expresé en voz alta-, depronto un golpe de realidad sacudio mi cabeza- Tienes razón Vicky, a decir verdad quisiera tener un poder, ¡un poder real! poder controlar mis emociones y madurar en lo único que no he podido, si en eso a lo que muchos llaman "amor"

miércoles, 7 de julio de 2010

Te esperaba

Esperaba encerrada entre varias paredes de metal, o algo similar, como una jaula que me mantenía cautiva, la vida se me había convertido en eso, en ver la gente pasar de un lado al otro de la acera, los buses, taxis y demás autos desfilaban y yo seguía allí esperando ¿Tal vez? Nadie sabía que no moría de frio, sino de tristeza. El vidrio de alguna ventana empezaba a empañarse mientras mi corazón se arrugaba bajo las mil y una lágrimas que habían perdido su rumbo más abajo de mi cuello. Yo no hacía nada… Tan solo esperaba, ¿a quién? Yo misma me preguntaba con esas dos particulares palabras. Mis dedos lucían blancos y sin fuerzas, empezaban a congelarse. Mientras el tiempo corría en círculos dentro del reloj que llevaba en mi muñeca, leía algo de Nietzsche “¿Tengo todavía oídos? ¿Seré yo todo oídos, nada más que oídos? Heme aquí en medio del incendio de las olas que se quiebran en blancas llamas y vienen a besarme los pies”. Y entonces pensaba, mar en la playa verde de García Márquez, donde el frio se deslizaba en la brisa de la tarde golpeando mi rostro sin ninguna precaución… Donde tan solo existía el sonido de pitos, motores y hasta de pronto risas de algunos niños, o simplemente mis oídos escuchaban la voz de mi conciencia o quizás como en otras ocasiones perturbaba mentes ajenas, robando sueños, palabras sin sentidos o sentimientos que llenaban de algo mi alma. De pronto unos labios murmuraron mi nombre “Daniela”, unos labios… unos labios que esperaba, de un cuerpo que anhelaba, unos brazos se acercaban, unos brazos en los que soñaba perderme, morir… un pecho donde palpitaba un corazón, ¿a caso era él a quien esperaba? No solo a quien esperaba, tan solo a quien amaba. Ya no moría, ni de frio, ni de tristeza, vivía desde el momento que vi esos ojos, desde el momento que una sonrisa tímida se desprendió de su rostro, tomó alas de mariposa y adornó el cielo de mi vida.