Sentado a la
orilla de mi mirada,
Elevado
entre tus pensamientos,
Con los ojos
brillantes y soñadores
Así me
esperabas ese día.
Con
estrellas entre tus manos,
Con los pies
puestos en el cielo,
Suspirando
bocanadas de brisa,
Desamarrando
la luna del firmamento.
Con una
corona hecha de aurora,
Enredando mi
voz en una guitarra,
Murmuraba mi
amor para ti.
Porque
aunque no me lo esperaba,
De una
manera muy extraña
Nuestras
vidas encajaron
Como una
perfecta melodía.
Entonces,
Nos vimos
envueltos entre líneas,
Pentagramas
y luceros
Abrazaban
nuestros cuerpos.
Y entre
notas de diferente tonalidad
Mis labios
se abrieron hacia ti como rosa,
Para
brindarte besos y cantos,
Para decirte
cuanto te quiero.
Porque al
final esta partitura,
Escrita con
mis pálpitos,
Solo termina
con un final único
Como tú.Daniela Alejandra González Caicedo