Te extraño.
Aunque no lo grite,
Pero desde el cielo
Has limpiado mis lágrimas
Porque en mi silencio
Te he pensado.
Te extraño
Y tengo miedo.
Todo habría sido tan diferente
Si hoy estuvieras a mi lado.
Te extraño a ti y a ella,
A la sonrisa cálida,
A los muchos nombres,
Hasta aquellas cosas
Que disgustaban a mamá.
Te extraño aunque no te recuerde,
Aunque seas la imagen de muchas historias,
A veces creo que me abrazas en la soledad.
Tú estás en los dulces,
En la voz de mi guitarra,
En el cobertor descolorido.
Tú, que fuiste madre sin engendrar.
Tú,
Aunque sería mejor “ustedes”
Ustedes, las que hicieron de ellos
Las luces que hoy iluminan mi camino.
Porque sé que en las caricias de ellos
Están sus manos,
Y sus enseñanzas, en sus labios.
Las amo.
Daniela Alejandra González Caicedo
sábado, 14 de septiembre de 2013
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